Extractos de comentarios escritos sobre la obra de Rafael Amengual:
1973 Antonio Fernández Molina (Poeta, escritor y crítico de arte español)
Amengual posee una sólida formación, ha estudiado y conoce la técnica de la pintura y en este terreno su inquietud es constante. Pero no podría satisfacerle aquello que puede aprenderse a expresar a través principalmente de unos conocimientos. Para él el arte es mucho más. Es sobre todo una aventura en la que el artista da fé de su tiempo al par que se expresa a sí mismo. En su obra gravitan de una manera evidente su nacimiento y los años de su infancia y juventud argentina y sino los ecos, sí la atmósfera de artistas tan singulares y dispares entre sí como Xul Solar, Antonio Beri o Lucio Fontana, le pertenece. A ello se le añaden sus amplias vivencias posteriores y las de cada día. Es decir, sin ser en su origen un artista autodidacta e intuitivo, tiende a expresarse a través de las búsquedas extremas y apoyado en su formación, dentro de aquellas zonas que abre para sí la intuición y la poesía.”
1974 Miguel Angel Asturias (Escritor sud-americano, Premio Nobel de Literatura):
“Considero que la obra de Rafael Amengual tiene una gran calidad y una tremenda fuerza.”
1974 Cristóbal Serra (Escritor mallorquín, traductor, y experto en la obra de William Blake):
En todo pintor que se precie de moderno perdura una parte siempre fresca y niña. En la fuente de la puerilidad va a beber sin querer. Como hay también en él: un cazador de pájaros, un ojeador. Amengual ha puesto siempre en la cuestión pictórica un instinto de cazador que se hace felizmente con la pieza. Para eso, no valen miopías ni presbicias. Hay que saber ver, hay que saber descifrar. Hace falta no poco pericia. Una rápida mirada pudiera hacernos creer que Amengual no dibuja mucho, que busca la abstracción y nada más. Pero si nos fijamos en la pintura amengualiana, la vemos compuesta de técnica y de inspiración. Nos enteramos de que Amengual es un pintor que esconde una volunta expresiva altamente ambiciosa.”
1976 Blai Bonet (Escritor y crítico de arte mallorquin):
“En su creación presente, una de las creaciones más perfectamente serias, dotadas de ojos mentales y más elegantes con ascética, que hoy se realizan en Europa, Rafael Amengual en su lenguaje visual conduce a descubrir y reconocer, por vez primera al menos en este país, que la Pintura, o revela con la forma de los tiempos del tiempo del Color el sentido de dependencia (en un ser superior a nosotros), o no revela … nada; sobre todo no revela ni expresa la Pintura.” 1977 Josep Meliá (Escritor, crítico de arte, abogado y político mallorquín): “Rafael Amengual alcanza en esta exposición un punto de madurez sólido y admirable. Su arte permite una lectura profunda llena de evocaciones y de claves. Su riqueza, por consiguiente, al venir determinada por la idea de trascendencia, por la incorporación al sentimiento de divinidad, merece una contemplación serena, pura, libre de prejuicios, caracterizada por un ejercicio de reflexión y exámen de conciencia. De la propia conciencia de uno y de toda la conciencia social. Porque aquí están sintéticamente expuestos, los grande interrogantes que pesan sobre nosotros, la impotencia y la grandeza de la humanidad. ¡ Hermosa pintura para ver y para sentir!”
1979 Cesáreo Rodríguez Aguilera (Presidente de Audiencia en Palma de Mallorca, crítico de arte catalán):
“En el lenguaje propio de la pintura de Rafael Amengual se advierte la cultura de nuestro tiempo, la sensibilidad herida de los malditos, de los buscadores de nuevas realidades. De manera específica, mostrándonos el perfil particular de su personalidad, está ese cuidado atentísimo a la materia, al engarce de los colores (o a su casi ausencia, a veces) y, sobre todo, la nueva utilización de los viejos signos.”
1981 J. Corredor-Matheos (Editor y crítico de arte catalán):
“Es una pintura ambiciosa, pintada necesariamente; la ambición resulta inmanente al tema, con la profundidad con que se ha enfrentado a él el artista. La manera de entender el color y la pincelada nos lo sitúa muy en el momento presente, en los parámetros de la pintura-pintura, del paladear sensualmente el pigmento con un placer físico. Pero sus temas, su simbolismo y su concepto del arte como vehículo de una realización profunda del propio creador, el considerar que el arte no es solo una aventura estética, sino que compromete al hombre en su totalidad, lo distingue de la gran mayoría de creadores actuales.”
1993 Cristina Ros (Crítica de arte mallorquina):
Rafael Amengual busca, casi sin darse cuenta, traducir desde lo más profundo de la memoria, unos signos universales y arcaicos, con fuerte magia, de los que se apropia y siente como suyos porque para él son, como para tantas civilizaciones, como para tantas creencias, ejes conductores de la vida. Así, ha acumulado en su universo las ricas vivencias de un largo caminar. Y estos pasos, a su vez, ha ido describiendo las claves de su lenguaje intimista e íntimo. Es Rafael Amengual un artista que apuesta por la realidad menos visible, aquella que todos guardamos muy dentro y que bien procuramos que no aflore. En su pintura no hay imágines, o, mejor dicho, sólo están los imágenes del subconsciente. También es parca en gestos, en una búsqueda de la pureza sin límites. Es el suyo un lenguaje de relaciones, esencias y signos.”